Magic, it's a kind of magic… Cuando pienso en el término Edge Computing automáticamente me viene a la cabeza la famosa canción de Queen. Y es que, como si fuera un hechizo propio de la magia arcana muchas veces os habrán hablado o habréis visto indicado el término del Edge Computing en una presentación Power Point como una de las soluciones para el futuro del AdTech.
Pues bien, como aquí nos gusta la magia y también los trucos que están detrás, a continuación analizaremos qué es el Edge Computing y que supone para la industria publicitaria digital.
¿Qué es el Edge Computing? Lo que pasa en tu dispositivo se queda en tu dispositivo.
A pesar de que el Edge Computing es un término relativamente nuevo en cuanto a su utilización en AdTech, es un concepto tecnológico que ya tiene un tiempo. Si tuviéramos que dar una definición básica, significa que la computación tiene lugar en, o cerca, de la fuente de datos -dispositivo-, en lugar de producirse en la nube (Cloud Computing).
Nuestros amigos de la manzana llevan apostando por este concepto hace más de 10 años. El ejemplo más claro está en el móvil de Apple. Lo que pasa en tu iPhone se queda en tu iPhone. Apple en realidad cambió para ser una empresa de Edge Computing con el fin de ofrecer más privacidad a sus usuarios, procesando los datos en el dispositivo del usuario en lugar de en la nube.
El Edge Computing surge del procesamiento de datos “lean” que tiene como objetivo sacar el máximo provecho de los datos disponibles mientras se minimizan los recursos, el tiempo y el esfuerzo. Gracias a un enfoque lean, los dispositivos edge se conectan a la nube para los procesos computacionales a través de una infraestructura de red llamada Fog computing. Una combinación de tecnologías de red edge, fog y cloud mejora la capacidad de datos del ecosistema de IoT (Internet of Things) que cuenta con miles de millones de dispositivos conectados en todo el mundo.
Principales beneficios. La privacidad por bandera
La gran ventaja que tiene la solución de Edge Computing como queda claro en título de este apartado, es la privacidad. Los datos del usuario están protegidos porque no salen del dispositivo.
Los datos permanecen bajo el control del usuario, a diferencia del desconocimiento que representa en los escenarios de la nube. El almacenamiento en la nube significa que los usuarios nunca saben realmente dónde están sus datos y quién puede acceder a ellos. En el Edge Computing se elimina esta incertidumbre.
Asimismo, esta solución tiene otros beneficios que van más allá de la privacidad:
La velocidad de procesamiento es muy alta, al no existir lantencia. Es decir, es una solución muy adaptada para el real time.
Es un sistema con mucha resilencia porque el procesamiento continúa en el dispositivo, aunque la red (el cloud) se caiga. Este hecho es, por ejemplo, un gran avance en el caso de los móviles.
El coste de almacenamiento se reduce al estar distribuido entre los recursos edge libres y no tener que almacenar todo en la nube.
Implicaciones para la industria AdTech
Las marcan que quieran seguir rastreando al usuario a través de cookies de terceros, tienen los días contados como ya hemos hablado. Y, precisamente, esta premisa es sobre la que construyen los partidarios del Edge Computing responsabilizando casi por completo al uso del Cloud Computing en la publicidad programática de la restricción de las 3rd Party Cookies.
Veamos un ejemplo del problema con la nube aplicado al Real-time Bidding (RTB). Cuando se envía un anuncio o una solicitud de oferta, ésta se envía al cloud asociada a una identificación de usuario y junto a una gran cantidad de datos. Una vez los datos están en la nube, pueden estar miles de agentes consultando y analizando todos los datos de las subastas que se produzcan. Por ende, es en este punto, donde empiezan los problemas porque el usuario no tiene ni idea de quiénes son y qué propósitos tienen esos agentes. Además, en muchos casos tampoco el publisher tiene la información completa y transparente.
En contraposición, el Edge Computing en la industria AdTech, tiene como objetivo minimizar la cantidad de datos que se suben a la nube, intentando conservar la mayor parte de los mismos en el dispositivo que está usando el usuario y, en consecuencia, en el sitio donde puede tener un mayor control de sus datos.
En el diagrama que podéis ver a continuación, detallo un posible caso de uso utilizando un DMP con una solución Cloud Computing versus una solución Edge Computing.
De hecho, el modelo está basado en el funcionamiento de Permutive. Un DMP que recientemente está sonando mucho en el “mundillo” AdTech y, sobre todo, en el lado de los publishers, debido a su orientación de 1st Party Data y por utilizar Edge Computing.
Si os gusta profundizar como a mí (o como decimos por aquí: bajar al barro) os recomiendo este video donde David Reischer de Permutive, habla de cómo el Edge Computing puede facilitar la orientación basada en el comportamiento en un mundo privacy-first.
Como habéis podido leer esta solución tiene ventajas muy interesantes, aunque bajo mi punto de vista no creo que sea la que más rápida adopción pueda tener en un mundo AdTech sin cookies de tercera parte por dos motivos principales:
La solución de almacenamiento en los navegadores (cliente del dispositivo que navega) actualmente es el Local Storage y éste es muy sensible a ataques XSS. Si bien es cierto, los navegadores está avanzando en otras formas de almacenamiento más seguras y quizá tengamos buenas noticias dentro de poco en este punto.
Es seguramente la solución más compleja de implantar por parte de la industria y eso cuando el contador está llegando a 0 no es precisamente una buena cualidad.
A medida que avanzamos al Valhalla Cookieless, somos testigos de la evolución de la experiencia del cliente ante nuestros ojos. Los hogares, los lugares de trabajo y los espacios públicos continúan absorbiendo dispositivos de IoT como altavoces inteligentes y sensores, mientras que las empresas se esfuerzan por implementar tecnología con Inteligencia Artificial para automatizar y optimizar la experiencia del cliente. De esta evolución, el AdTech no puede escapar y más (como reza este espacio) cuando la convergencia con MarTech ya es un hecho.
Por lo que, soluciones como el Edge Computing nos recuerdan la necesidad trabajar en construir un ecosistema con plataformas, productos y servicios que tengan en cuenta los pilares que siguen:
El Real-time ya está aquí. Al procesarse los datos en la fuente, la latencia es mínima y se podrían configurar sistemas automatizados que reaccionen a las necesidades de los clientes en tiempo real.
Mantener la experiencia también en entornos offline. La computación edge no depende en la totalidad de una conexión y los procesos se pueden llevar a cabo incluso cuando no funciona o no se tiene acceso a internet.
Transparencia y control total de la privacidad de los datos. Este es un mantra que como ya habéis leído en anteriores publicaciones y seguiréis leyendo, la industria publicitaria digital debe tener grabado a fuego.
En la próxima publicación, inspeccionaremos bajo la lupa al máximo exponente de Edge Computing que actualmente está en el tablero listo para hacer un jaque mate a la “antigua” reina -las cookies- del AdTech. Me refiero, como os imaginaréis, al Google Privacy Sandbox. No sé por qué, pero después de esta última frase suena en mi cabeza la típica risa maléfica con truenos y relámpagos de fondo 😉.
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